Según los datos facilitados por la información técnico-científica que publica Canal Mar Menor, los índices de transparencia, turbiedad, clorofila y oxígeno de las aguas del Mar Menor fueron muy positivos durante el mes de junio, aunque en las últimas semanas ha aumentado ligeramente la turbiedad.
Por lo que respecta a los nutrientes, también la evolución ha sido, en general, muy positiva: han bajado notablemente las concentraciones de nitratos y especialmente las de fosfatos. Estas últimas hasta tales niveles que probablemente estén actuando como elemento limitante para la proliferación del fitoplancton.
Llama la atención sin embargo, las altas concentraciones de amonio con máximos históricos, que probablemente provengan de la descomposición de la materia orgánica depositada en los fondos. El contenido de nitrógeno total también alcanza por esta razón máximos anuales.
En este caso esta materia orgánica en descomposición tambien podría aportar fosfatos a la columna de agua con lo que dejaría de actuar como elemento limitante. De hecho, en el mes de noviembre pasado, y sin una causa externa aparente, se produjo una importante elevación de los niveles de fosfatos, posiblemente procedentes de la materia orgánica depositada en el fondo.
Nos alegramos mucho de que las aguas del Mar Menor estén más transparentes este verano. Sin embargo, esto no significa que haya recobrado su salud, por lo que debemos seguir informando y haciendo presión ante las administraciones para que tomen todas las medidas necesarias y recuperemos ese ecosistema único que fue hasta hace unas décadas.
Mancha de alga Caulerpa prolifera en zona arenosa de aguas someras el 16 de julio de 2017 |