viernes, 19 de octubre de 2018

El dragón dormido empieza a despertarse

Los Flamencos, La Perla, Nueva Ribera, Novo Carthago... bonitos nombres para completar el cinturón de cemento alrededor del Mar Menor.

Pacto por el Mar Menor muestra su indignación ante el inicio o continuación de edificaciones en las inmediaciones de la laguna y espacios protegidos como en el caso del Los Flamencos, edificio monstruoso de 10 plantas, junto a las salinas de Marchamalo; o el proyecto de construcción del hotel La Perla, en primera línea de playa, junto a la desembocadura de la rambla del Beal en Los Urrutias, con la finalidad de revalorizar los solares de su entorno para la edificación de centenares de viviendas. En suspenso se encuentran Novo Carthago en Lo Poyo y Nueva Ribera en La Hita...

Anuncio de urbanización junto al Mar Menor. Foto: Pacto por el Mar Menor
Hace unos meses oí decir: "Mejor construir en esos espacios que verlos llenos de basura y ratas". Solo en una región donde no se valora el patrimonio natural, donde no se aprende de los errores del pasado y donde muy pocas personas piensan en las consecuencias de la masificación urbanística, podría pronunciarse esa frase.

¿Se necesitan más viviendas para ser ocupadas durante dos meses? ¿Alguien se ha molestado en contar los carteles que anuncian la venta de apartamentos y chalets en La Manga, Los Urrutias, Lo Pagán...? ¿Creen que los pisos de esas nuevas urbanizaciones se venderán, o se quedarán en poder de bancos que deberán ser rescatados como tantas cosas en Murcia (aeropuerto, desalinizadoras, autopistas, etc.) con dinero de los contribuyentes?

Urbanización La Perla, Los Urrutias, preparada para la construcción de un hotel en primera línea del Mar Menor. Foto: Pacto por el Mar Menor
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