Las vías pecuarias han sido transitadas durante siglos por rebaños para ir de unos pastos a otros. Según su anchura se clasificaban en cañadas (72,22 metros y largo recorrido, reguladas en el siglo XIII), cordeles (37,5 m) o coladas de menos de 20 m.
Debido a la creciente estabulación de los ganados, estos caminos han visto reducida su anchura o bien se han perdido por la decadencia de la trashumancia. Han sido transformadas en carreteras o incluso calles como pasa en Madrid, o han sido incorporadas a fincas colindantes por personas sin escrúpulos.
En el entorno del Mar Menor se encuentra la colada de la Fuente Jordana, interrumpida en algunos tramos por zonas cultivadas o construidas, que bordea el PR Calblanque, Cenizas y Pico del Águila.
La asociación de vecinos Cobaticas-La Jordana y Procabo, con el apoyo de Pacto por el Mar Menor, EeA y Anse, convocó el sábado 22 de mayo una marcha acompañando al rebaño de los hermanos Marín compuesto por 500 ovejas y cabras a lo largo del tramo que va de Torre Garci Pérez a la Fuente Grande de Los Belones.
Un grupo de unas 50 personas acudió para recordar esta actividad centenaria y reivindicar estos pasos de valor histórico, cultural y ecológico que favorecen, entre otros, la conservación del paisaje rural.
Rebaño por la vía pecuaria Colada la Fuente Jordana. Mayo 2021 |