Crustáceos muertos 13 de octubre 2019. Foto: Pacto por el Mar Menor |
El deterioro del Mar Menor ha sido denunciado por la comunidad científica y por personas preocupadas por esta laguna cientos de veces; estos días aparecen noticias y cartas en periódicos de finales de los años 80 en los que ya se criticaban los rellenos de playa o los disparates urbanísticos.
Cuando el Instituto Español de Oceanografía (IEO) organizó la I Jornada sobre el Mar Menor en 1980 ya se intuía el triste futuro de este ecosistema único; el oceanógrafo Francisco Faraco nos dejó esta tremenda premonición:
"Otra de las grandes sombras que oscurecen el panorama del Mar Menor es el trasvase Tajo-Segura. Cientos de hectáreas de tierras de secano serán puestas en regadío en todo el Campo de Cartagena. Este proceso traerá al Mar Menor una serie de compuestos procedentes de la agricultura, como son: insecticidas, pesticidas, plaguicidas, abonos, etc. Todos ellos altamente tóxicos y muy persistentes y que de llegar al Mar Menor en cantidades importantes podrían aniquilar en poco tiempo su flora y su fauna."Para ver el documento completo haz clic aquí.
En estos casi 40 años no se ha parado de poner de relieve el peligro que corría este ecosistema único. Sin embargo, el poder de ciertos sectores que se enriquecían con un desarrollo insostenible pudo más que la sabiduría extraída del conocimiento y la ciencia.
Durante el verano que acaba de terminar, el proceso de eutrofización ha seguido avanzando inexorablemente, avisando del peligro con ese color verde que enturbia sus aguas. Sin embargo, las personas responsables de proteger este frágil espacio han seguido confiando en que la mejora del Mar Menor se produciría de forma espontánea, sin atajar ninguna de las causas que han contribuido a su deterioro desde hace décadas.
Aguas turbias el 7 de septiembre, cinco días antes de la DANA |
De este proceso de eutrofización dábamos cuenta en este blog el día 11 de septiembre, un día antes de que se abrieran los cielos arrojando ríos de agua sobre Los Alcázares, Los Nietos y otras poblaciones de su entorno.
Las lluvias torrenciales, que cayeron en septiembre, un mes antes de la muerte masiva de fauna marina, fueron similares a las de otros episodios como por ejemplo los ocurridos en los años 80. Sin embargo, aquellas lluvias no produjeron estos tremendos resultados; por una parte, porque no arrastraron consigo tantas toneladas de barro cargado de nutrientes y, por otra parte, porque la laguna no presentaba el alto nivel de eutrofización en el que se encontraba en septiembre de 2019.