El Gobierno regional declaró que había sido la DANA o gota fría, la única causante de esta mortandad, y por otra parte, se extendió el rumor de que el origen estaba en el vertido del contenido de uno o varios tanques de tormenta a la laguna. Sin embargo, aunque el contenido de estos tanques se ha arrojado directamente al Mar Menor en varias ocasiones (comportamiento que ha sido denunciado por esta plataforma), su aportación por sí sola, no explica lo sucedido.
La información recabada por Pacto por el Mar Menor a integrantes de la comunidad científica confirman que el Mar Menor se encontraba antes de las lluvias del 12 septiembre en un avanzado proceso de eutrofización (dimos cuenta en la entrada del 11 de septiembre), como consecuencia principalmente de los agroquímicos que utiliza la agricultura intensiva y que de manera constante entran en la laguna. Si a este exceso de nutrientes se añaden las más de doscientas toneladas de abonos agrícolas que entraron con las lluvias torrenciales, el proceso alcanza cotas máximas ocasionando las escenas más dramáticas que se hayan podido observar jamás en el Mar Menor.
En las infografías que podéis ver a continuación elaboradas por El País con información del Instituto Español de Oceanografía (IEO), La asfixia del Mar Menor, se puede ver en qué situación se encontraba el Mar Menor antes y después de las lluvias, y que la DANA fue el colofón de un proceso que comenzó hace más de 30 años y al que nunca se ha querido dar solución.