A Pacto por el Mar Menor le ha sorprendido enormemente la decisión del alcalde de San Javier, José Miguel Luengo, de encargar a la empresa Imacapi, un plan de infraestructuras y comunicaciones en la Manga, que pueda justificar dar licencia de obra a la construcción de 20.000 nuevas viviendas en la zona norte de la Manga (1).
| Uno de los varios nuevos edificios en construcción en La Manga-San Javier en 2025. |
Los habitantes permanentes y veraneantes de La Manga sufren la insuficiencia de la red de saneamiento durante la estación estival por los atascos de residuos y vertidos de aguas fecales al Mar Menor y al Mediterráneo, así como la escasez de suministro eléctrico y de agua potable en verano, como consecuencia de la saturación de la población.
Otra de las preocupaciones es la incapacidad de la Depuradora de Aguas Residuales (EDARMMS) que recibe las aguas de la Manga y de todo el litoral sur del Mar Menor, y que cada verano se ve al borde de su capacidad, mientras se está pendiente de la ampliación de su etapa terciaria, de la puesta en marcha de un tratamiento cuaternario, así como la instalación de un nuevo emisario submarino en Cala Reona que ponga fin al continuo cierre de esta playa en época estival, por la contaminación de sus aguas.
En Pacto por el Mar Menor consideramos que antes de invertir más dinero público en estudios sobre la ampliación urbanística en la Manga, donde tan solo queda algo de espacio libre en la zona norte, el Ayuntamiento de San Javier debería plantearse la recalificación de estos terrenos para dotar a la Manga de los servicios que no tiene, o de preservar el poco espacio dunar que aún queda, como zona protegida.
Sería un gravísimo error contemplar la posibilidad de abrir un acceso norte a La Manga para dar servicio a estos nuevos desarrollos urbanísticos que se propone hacer el Ayuntamiento de San Javier. Cerrar en buena parte el intercambio de agua actualmente existente entre el Mar Menor y el Mediterráneo a través de sus golas, supondría darle el tiro de gracia a nuestro maltrecho Mar Menor, además de ser incompatible con el Parque Regional de los Arenales y Salinas de San Pedro del Pinatar. Además de incumplir la legislación vigente a nivel internacional, nacional y regional de protección del medio ambiente y del Mar Menor.
Como conclusión, podemos reflexionar y tratar de corregir en lo posible los errores cometidos en el pasado o continuar en una enloquecida carrera hacia delante, con un urbanismo en La Manga del Mar Menor, que ya se encuentra al borde del precipicio y en cuya caída, se vería afectada la calidad de vida de veraneantes y residentes en este espacio tan singular del territorio murciano.
(1) La Verdad "Otro boom inmobiliario en La Manga obliga a diseñar nuevas infraestructuras"
Repercusión en prensa
La Verdad
"Pacto por el Mar Menor pide no autorizar más casas en La Manga y mejorar los servicios".