Humedal de San Pedro

La asociación Stop Inundaciones de El Mojón en el municipio de San Pedro del Pinatar, organizó el 26 de febrero un recorrido por el entorno del denominado humedal de San Pedro para dar a conocer las actuaciones del Ministerio de Transición Ecológica (Miteco) en este lugar. 

Juan Carlos Blanco, miembro de Ecologistas en Acción y de Pacto por el Mar Menor, explicó a los asistentes durante la ruta los detalles del proyecto que tiene como objetivo la creación de un humedal seminatural para reducir los graves impactos que causan las fuertes lluvias en esta zona.

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Blanco comenzó haciendo una introducción sobre la situación geográfica del Mar Menor en la que recordó que esta laguna costera se encuentra en el fondo de una extensa cuenca vertiente, muy transformada hoy por la actividad humana (regadíos, infraestructuras, etc.), pero que en el pasado se encontraba rodeada de numerosas lagunas o subhumedales, tales como la laguna de Patnía al norte (posteriormente marismas de Las Palomas y actualmente Salinas de San Pedro); el humedal de Playa de La Hita y Punta Galera (transformado en salinas y posteriormente urbanizado); la Marina del Carmolí (estepa salina muy alterada hoy por los retornos de riego); la antigua laguna de San Ginés (parcialmente urbanizada y transformada en salinas de Lo Poyo); o las salinas de Marchamalo y zona de El Vivero, hoy desaparecido. 

Estos humedales se formaron por los cursos naturales de agua que transcurrían por estos espacios antes de llegar al Mar Menor. Uno de ellos es el de San Pedro, estrechamente relacionado con la denominda rambla de Siete Higueras, la cual desembocaba originariamente en la antigua Laguna de Patnía al norte. Los humedales que se pretenden recuperar, por tanto, son áreas inundables históricamente y con el nivel freático más o menos alto o muy alto tras la puesta en marcha del trasvase Tajo-Segura y la conversión a regadíos de extensas zonas de la cuenca del Campo de Cartagena. 

Juan Carlos Blanco junto al espacio que ocuparía el humedal de San Pedro


Durante el recorrido, Juan Carlos Blanco continuó explicando que la zona norte de las salinas de San Pedro ha sido un área muy codiciada desde el punto de vista urbanístico, ya que se encontraba entre “dos mares”, y en el límite con la provincia de Alicante con una costa muy saturada. Por ello, desde la década de los 80 hasta la actualidad, los movimientos de empresas constructoras han sido importantes, mediante la adquisición de terrenos, venta, subastas, etc. 

Los residuos de construcción y demolición que se vertieron durante décadas en la antigua marisma de Las Palomas al norte de las salinas transformaron de una manera radical la cota del terreno. Estos escombros actúan como un verdadero dique ante las avenidas provocadas por las lluvias, de manera que las aguas se desviaron hacia la carretera del Mojón, en cuyo núcleo urbano se producen decenas de inundaciones por la pérdida de la capacidad de laminación de lo que era el antiguo humedal.

A lo largo del recorrido se pudieron ver infraestructuras públicas y privadas, tales como la desalobradora de la Comunidad de Regantes del Campo de Cartagena (hoy cerrada por carecer de autorización de vertido), las desaladoras fase I y II de la MCT, la depuradora municipal de San Pedro del Pinatar, una zona que parece ser un centro de tratamiento de residuos de construcción (que posiblemente carece de autorización), un albergue juvenil, así como unas importantes instalaciones deportivas y de ocio. Asimismo informó sobre otros proyectos que han iniciado su tramitación como un camping o un gran hotel en los últimos años. 

Sobre las actuaciones del Miteco y de la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS) en la cuenca vertiente del Mar Menor, Blanco señaló que ya se plantearon hace décadas desde ámbitos científicos como el Departamento de Ecología de la UMU, tras la proliferación de medusas en la década de los años noventa. La recuperación de antiguos humedales que actuaran como captadores de sedimentos y nutrientes era una necesidad, al igual que la reducción de regadíos y el uso de abonos químicos. 

Las actuaciones que se van a llevar a cabo se centran por un lado en la restauración de la Cañada o rambla de Siete Higueras en la zona alta de la cuenca, y por otro, en la recuperación de la cota original del terreno en la zona norte de Las Salinas de San Pedro para que este espacio actúe como laminador de las aguas y conecte con el canal perimetral de las salinas las aguas de avenida. 


El humedal de San Pedro tendrá dos niveles en función de las precipitaciones recibidas. La mayor parte del tiempo estará en aguas bajas para lo cual existirán unas cubetas conectadas entre sí que mantendrán una lámina permanente de agua del nivel freático. Asimismo, dispondrá de varias islas para fomentar la biodiversidad y permitirá facilitar la presencia de especies singulares y escasas como la anguila o el fartet.