Para poder determinar si la causa de la muerte masiva en la laguna coincide con la ocurrida en el Mediterráneo, se ha enviado un individuo a Laboratorio de Investigaciones marinas y acuicultura (LIMIA), donde se está centralizando el estudio de los patógenos causantes de esta epidemia fulminante.
Si se demuestra que los individuos vivos no están infectados por dicho patógeno, y que la mortalidad existente en el Mar Menor es debida al reciente colapso ambiental de 2016, la laguna podría haber albergado el mayor reservorio de nacras del Mediterráneo Occidental. Es urgente asegurar la conservación de los individuos supervivientes, un motivo más para eliminar todas las agresiones ambientales que sigue sufriendo el Mar Menor.
Asimismo se deberían llevar a cabo actuaciones que aseguren las condiciones ambientales óptimas para mantener a los supervivientes y asegurar su re-colonización dentro de la laguna (la colonización de Pinna nobilis en la laguna tardó tres décadas desde los años 80).
Nacras vivas el 26 de junio de 2017