Luis Arévalo, físico, dirigió el Centro Oceanográfico de Murcia en la década de los 90 y estudió el hidrodinamismo de la laguna y el intercambio de aguas con el Mar Mediterráneo a través de las golas de la Manga. Sus estudios permitieron estimar que por el Canal del Estacio entraban y salían en 24 horas del orden de 1.6 millones de m3 de agua, lo que consideraba una tasa de renovación considerable.
En estos momentos en que se habla de dragar las golas “para aportar vida al Mar Menor” convendría recordar su alerta sobre la inconveniencia de modificar las secciones de los canales de comunicación con el mar Mediterráneo cada cierto tiempo porque ello incrementaba el grado de inestabilidad del ecosistema lagunar.