Las mentiras de la Fundación Ingenio a sus socios: Las leyes de protección del Mar Menor, los políticos y los “falsos” ecologistas son los enemigos de la agricultura
Así lo comunicaba Natalia Corbalán de la Fundación Ingenio en la Junta General Ordinaria de la Comunidad de Regantes, celebrada el 6 de julio de 2023, en la que expuso el proyecto de dicha fundación a los agricultores para conseguir renovar la financiación en 2.4 millones de euros, incitando al odio hacía el gobierno y ecologistas y difundiendo el miedo con mensajes como “os van a quitar las tierras”.
En su charla mostró a los agricultores que las ECARM, los Operadores Agrícolas y las medidas cautelares de protección del Mar Menor en las zonas vulnerables, como amenazas para la agricultura e incluso llamó a la Ley de Protección Integral del Mar Menor como la “Ley de destrucción de la agricultura”.
Mensajes como estos, populistas y contradictorios, se lanzaron a través de una buena comunicadora como Corbalán y el presidente de la fundación, a los agricultores, en la que no faltó el mensaje de que el Gobierno de la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia había señalado y culpado a los agricultores por la contaminación sufrida en la laguna. Siendo supuestamente la Fundación Ingenio de origen apolítico, se hizo mención a las fechas de las elecciones como motor de cambio y solución de la lucha contra el “enemigo” orientando el voto hacía un grupo político concreto.
Se manifestó que a través de estudios científicos financiados por la Fundación Ingenio en “grandes laboratorios”, se había concluido que el mal estado del Mar Menor era por causa multifactorial, es decir, que no se debe exclusivamente a una causa como la agricultura. Sin embargo, después insistió en varias ocasiones en que la contaminación del Mar Menor se debía a las aguas residuales, un único factor.
Entre los objetivos logrados por parte de la Fundación Ingenio, destacaron el cambio de percepción por parte de la sociedad sobre el “culpable” del problema del Mar Menor, alegando que, anterior a su trabajo, la población percibía como culpable a la agricultura y ahora, a las aguas residuales. No obstante, en sus resultados se mostraban varias opciones de respuesta. Se atribuyeron dicho logro al haber realizado un estudio social de la población con 1000 personas.
El nuevo proyecto de la Fundación Ingenio para el que solicitan financiación lleva como primer objetivo “Transformar la opinión pública” a través de “Desvelar la VERDAD” y “Destapar la GRAN MENTIRA” para poder cambiar las leyes que protegen el Mar Menor. Este tipo de mensajes acompañaron toda la exposición de Natalia Corbalán.
En su parte final, a modo persuasivo, lanzó mensajes conmovedores a los agricultores tipo: “Cuánto es mucho o poco dinero para levantarte por la mañana y no pensar”: “¿tendré agua
para regar hoy?” o “¿podré seguir con mi sustento económico del que depende mi familia?”, “debemos invertir para tener un futuro en esto”, “que no os quiten las tierras que con tanto cariño os han dejado vuestras familias…”, mostrándose la Fundación Ingenio como solución a todos sus problemas y ofreciéndose a trabajar sin horario.
En su charla mostró a los agricultores que las ECARM, los Operadores Agrícolas y las medidas cautelares de protección del Mar Menor en las zonas vulnerables, como amenazas para la agricultura e incluso llamó a la Ley de Protección Integral del Mar Menor como la “Ley de destrucción de la agricultura”.
Mensajes como estos, populistas y contradictorios, se lanzaron a través de una buena comunicadora como Corbalán y el presidente de la fundación, a los agricultores, en la que no faltó el mensaje de que el Gobierno de la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia había señalado y culpado a los agricultores por la contaminación sufrida en la laguna. Siendo supuestamente la Fundación Ingenio de origen apolítico, se hizo mención a las fechas de las elecciones como motor de cambio y solución de la lucha contra el “enemigo” orientando el voto hacía un grupo político concreto.
Se manifestó que a través de estudios científicos financiados por la Fundación Ingenio en “grandes laboratorios”, se había concluido que el mal estado del Mar Menor era por causa multifactorial, es decir, que no se debe exclusivamente a una causa como la agricultura. Sin embargo, después insistió en varias ocasiones en que la contaminación del Mar Menor se debía a las aguas residuales, un único factor.
Entre los objetivos logrados por parte de la Fundación Ingenio, destacaron el cambio de percepción por parte de la sociedad sobre el “culpable” del problema del Mar Menor, alegando que, anterior a su trabajo, la población percibía como culpable a la agricultura y ahora, a las aguas residuales. No obstante, en sus resultados se mostraban varias opciones de respuesta. Se atribuyeron dicho logro al haber realizado un estudio social de la población con 1000 personas.
El nuevo proyecto de la Fundación Ingenio para el que solicitan financiación lleva como primer objetivo “Transformar la opinión pública” a través de “Desvelar la VERDAD” y “Destapar la GRAN MENTIRA” para poder cambiar las leyes que protegen el Mar Menor. Este tipo de mensajes acompañaron toda la exposición de Natalia Corbalán.
En su parte final, a modo persuasivo, lanzó mensajes conmovedores a los agricultores tipo: “Cuánto es mucho o poco dinero para levantarte por la mañana y no pensar”: “¿tendré agua
para regar hoy?” o “¿podré seguir con mi sustento económico del que depende mi familia?”, “debemos invertir para tener un futuro en esto”, “que no os quiten las tierras que con tanto cariño os han dejado vuestras familias…”, mostrándose la Fundación Ingenio como solución a todos sus problemas y ofreciéndose a trabajar sin horario.
Pacto por el Mar Menor