Reproducimos las conclusiones finales del último informe del Instituto Español de Oceanografía sobre el Mar Menor.
Los datos indican que las condiciones ambientales de la laguna tienden a cierta estabilización tras la perturbación experimentada por la laguna semanas anteriores (a partir de la primera semana de julio), debido e los efectos combinados de la ola de calor de junio y la elevada disponibilidad de nutrientes, interacciones típicamente descritas en sistemas costeros lagunares altamente eutrofizados como el Mar Menor.Los efectos de las fuertes precipitaciones de finales de julio apenas han influido en esta dinámica y la bajada de las temperaturas a valores más propios de esta época del año ha contribuido sin duda a amortiguar el nivel de estrés ambiental y el crecimiento de las comunidades fitoplanctónicas.No obstante, los valores de clorofila y turbidez siguen siendo elevados respecto a los registrados en los últimos años, y son más propios de periodos de aguas turbias como los registrados en años anteriores.Esta circunstancia se refleja en el elevado valor del coeficiente de extinción de la luz (kd) y el mantenimiento de bajos valores de radiación submarina en el fondo, que ha experimentado una drástica reducción del 71,4% desde mediados de julio en toda la laguna. Estos niveles de luz, aunque muestran una leve recuperación en los últimos días, si persisten podrían tener efectos disruptivos para el funcionamiento de las comunidades de macrófitos y su papel en el control de los nutrientes y su disponibilidad para el fitoplancton.Por otro lado, los valores de oxígeno son por ahora óptimos y nada indica que exista un riesgo inminente de situaciones de hipoxia/anoxia que puedan revertir en un nuevo episodio crítico para la integridad y estado del ecosistema lagunar.
Foto: IEO. Informe del 1 al 8 de agosto de 2015