Reproducimos la síntesis e interpretación del informe del Instituto Español de Oceanografía (IEO) del 25 de julio al 1 de agosto:
• Las temperaturas han experimentado una notable caída respecto a los valores al canzados en plena ola de calor de junio-julio, caracterizada en informes anteriores, pasando de máximos próximos a 32ºC a temperaturas actuales de 29-29,5ºC. Los valores actuales se encuentran muy próximos a los de la línea climática para estos días de agosto y, por tanto, son más propios de esta época del año. Esta variación se ha producido tanto en la superficie como en el fondo de la laguna.
• La salinidad mantiene su tendencia de aumento característico de esta época del año, encontrándose los valores de esta variable entre 43,4 y 44,2, correspondiendo los valores más bajos a la zona norte por su mayor influencia de la corriente entrante de agua mediterránea. El valor medio en la laguna es de 43,1, que puede considerarse óptimo teniendo en cuenta que está solo unos 1,5 puntos por debajo del percentil 75 de este periodo (44,75) y de la media histórica antes de 2016 (44,85). Estos valores indican que esta variable apenas ha sido afectada tras las precipitaciones de la semana anterior. Apenas se aprecian diferencias entre superficie y fondo.
• La clorofila a, tras alcanzar máximos superiores a 5 µg/l en el fondo la semana anterior, ha experimentado una brusca disminución estabilizándose en valores comprendidos entre 2 y 3,5 µg/l tras el temporal del 25 de julio. En superficie se ha observado el mismo patrón de variación temporal, pero los valores son menores (0,52 µg/l). La media semanal (1,84 µg/l ) es muy similar a la mediana de la serie temporal desde 2016, pero los valores máximos alcanzados son prácticamente el doble y muy próximos al percentil 75 (4,74 µg/l). En general son valores que siguen siendo muy elevados respecto a la media de las décadas anteriores a 2016 (entre 3 y 8 veces superiores), y que tras el colapso de 2016 han sido más habituales en episodios de bloom fitoplanctónico .
• La semana anterior se observó cómo asociado al aumento de la concentración de clorofila a se produce un incremento progresivo y moderado de la turbidez de la columna de agua, pasando de valores próximos a 0,5 NTU a valores superiors a 1 NTU (Figura 14). Durante el temporal de lluvias del 25 de julio la turbidez se disparó bruscamente hasta valores entre 5-6 NTU, pero recuperó los valores anteriores rápidamente en los siguientes 3 días.
• Como se mostraba la semana anterior, el incremento de la turbidez se refleja en un incremento del 50% del coeficiente de extinción de la luz hasta alcanzar valores de kd = 0,5 (m-1) (Figura 15), valores que son altos, pero moderados si los comparamos con los alcanzados en episodios más extremos, como la DANA de 2019 (kd >1 m-1). En consecuencia, tuvo lugar una disminución del 28,6% de la radiación submarina PAR que llega al fondo de la laguna, pasando de niveles de 19,4% de la radiación superficial a 5,5%. Estos niveles están muy próximos a los umbrales para el crecimiento de los macrófitos bentónicos y podría ser crítico para estas comunidades si la situación persiste. Puesto que los niveles de turbidez (NTU) se han mantenido igual que la semana anterior se asume que los niveles de luz en el fondo permanecen bajos. Durante inmersiones realizadas esta misma semana se ha comprobado que la visibilidad es prácticamente nula.
• Los niveles de oxígeno disminuyeron ligeramente tras el temporal del 25 de julio, pero manteniéndose en valores normales para esta época del año, tanto en superficie como en fondo, excepto en el fondo de la zona central (boya B) que experimenta un brusco descenso puntual hasta valores de hypoxia, muy próximos al límite con la anoxia. No obstante este episodio fue como se ha comentado muy puntual en el tiempo y en los días posteriores la tendencia de esta variable ha sido ligeramente de aumento hasta valores óptimos (ver barra de indicadores).
• Intercambio mar Mediterráneo-Mar Menor: los días del temporal y posteriores (25-27 de julio) tiene lugar un flujo de agua predominante de salida, hacia el Mediterráneo, lo que probablemente explica en gran medida la rápida recuperación del pico de turbidez causado por el temporal y la entrada de agua turbia del Mediterráneo. En los días posteriores se restablece en flujo bidireccional característico de las golas.
• Los datos no muestran indicios de ningún tipo de estratificación termohalina, ni siquiera tras las precipitaciones del día 25 de julio, lo que es esperable en base al comportamiento de la laguna registrado en eventos anteriores incluso de mayor intensidad, como se describió para el caso de las precipitaciones de marzo de este mismo año (https://belich.ieo.csic.es/publicaciones/ ).
• Respecto a la “mancha blanca” (Estación M), los valores de temperatura, salinidad y oxígeno son iguales a los del resto de la laguna, tanto en superficie como en fondo. La concentración de clorofila a muestra valores similares al los del resto de la laguna, y también con una tendencia de aumento. Los valores de turbidez también muestran una tendencia creciente, pero los valores son hasta 6 veces superiores a los del resto de la laguna, coincidiendo en gran medida con el comportamiento de la clorofila a y la turbidez en el resto de la laguna. Debido a sus constantes cambios de forma (en respuesta a vientos, lluvias, etc.), la influencia de esta masa de agua blanquecina se detecta de forma notable en zonas adyacentes como la zona central en la que se ubica la boya B, pero no se aprecian cambios en tendencia de su tamaño hasta la fecha.
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Fondos en la orilla del Mar Menor con Cymodocea nodosa cargada de epifitos. |