Integrante de la plataforma Pacto por el Mar Menor
Está ocurriendo en Murcia.
Estamos asistiendo al mayor desastre ambiental de toda la historia de la región. Y uno de los mayores de Europa.
Este desastre no afecta solamente a las personas que viven allí.
Es una tragedia mucho mayor que la del Prestige porque aquello fue un accidente mal gestionado pero lo que ha pasado en Murcia es la crónica de un desastre anunciado.
Ya en los años setenta los científicos y estudiosos del medio ambiente empezaron a avisar de los peligros que corría la laguna salada.
Sin embargo, muchos años de incompetencia y de mirar a otro lado están a punto de conseguirlo: la destrucción de un ecosistema que estaba entre los más valiosos de Europa.
Yo acuso desde aquí a los políticos que con su estupidez e indigencia moral han dado lugar a este desastre.
Yo acuso a la justicia que ha mirado hacia otro lado a sabiendas de que se estaban incumpliendo las leyes de protección, y lo sabían porque hay miles de denuncias en los juzgados que permanecen en cajones sin que nadie haya hecho nada.
Yo acuso a los dueños de las grandes explotaciones agrarias que, con su avaricia han esquilmado la tierra y llenado de mierda la laguna.
Yo acuso a los medios de comunicación regional y nacional por incumplir su misión de denunciar y no poner en el punto de mira de la sociedad esta catástrofe sin precedentes.
Yo pido a las buenas gentes de la Región y del resto de España que despierten de una vez, porque si se consuma el desatino de convertir la laguna en un mar muerto, como está a punto de suceder, nuestros descendientes no solo no lo perdonarán sino que se preguntarán qué clase de gentes eran sus antepasados para consentir esta calamidad.
