Intervención de Isabel Rubio en el I Congreso "El Mar Menor a lo largo de su historia" sobre el X aniversario de la puesta en marcha de Pacto por el Mar Menor el 4 de octubre de 2025.
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| Antonio J. Zapata a la izda. e Isabel Rubio de Pacto por el Mar Menor a la dcha. |
Pacto por el Mar Menor: 10 años de defensa del ecosistema por parte de la sociedad civil
Isabel Rubio Pérez
1. Todos tienen el derecho a disfrutar de un medio ambiente adecuado para el desarrollo de la persona, así como el deber de conservarlo.
2. Los poderes públicos velarán por la utilización racional de todos los recursos naturales, con el fin de proteger y mejorar la calidad de la vida y defender y restaurar el medio ambiente, apoyándose en la indispensable solidaridad colectiva.
3. Para quienes violen lo dispuesto en el apartado anterior, en los términos que la ley fije se establecerán sanciones penales o, en su caso, administrativas, así como la obligación de reparar el daño causado.
Artículo 45 de la Constitución de 1978
La introducción del derecho a disfrutar de un medio ambiente adecuado para el desarrollo de la persona en la Constitución de 1978 fue un caso innovador en una constitución de nuestro entorno. Tuvo como antecedentes la Constitución portuguesa de 1976 y la Conferencia de Estocolmo de 1972 que marca un antes y un después en la protección del entorno natural: "El hombre tiene el derecho fundamental (...) al disfrute de condiciones de vida adecuadas en un medio de calidad tal que permita llevar una vida digna y gozar de bienestar, y tiene la solemne obligación de proteger y mejorar el medio ambiente para las generaciones futuras" (1).
Sin embargo, desgraciadamente la autoridad que le confiere la ley a estos derechos y las obligaciones de los poderes públicos desarrolladas en una extensa legislación ambiental posterior, no han sido suficientes para proteger ni al Mar Menor ni a otros espacios similares en nuestro país, como lo mostraba ya entonces, en 2015, el deterioro de la laguna salada.
Inicios del deterioro del Mar Menor
En los años 70 del pasado siglo, a los arrastres de estériles que llegaban de las sierras mineras al Mar Menor, se añade la urbanización sin control en todo el territorio de su entorno. Además, la entrada ingente de agua del Mediterráneo tras el ensanche y dragado de la gola del Estacio, contribuyó al desastre que comenzaba en aquellos años. La menor salinidad y temperaturas más suaves de las aguas del Mare Nostrum produjeron cambios drásticos en este ecosistema marino.
Otra de las agresiones que comienza a sufrir el Mar Menor en esa década es la transformación que experimenta la agricultura, pasando de secano a regadío en el Campo de Cartagena. Este hecho dará lugar a la llegada de agroquímicos en grandes cantidades al Mar Menor y al acuífero cuaternario.
Estos y otros cambios en un ecosistema tan frágil dieron lugar a la celebración en 1980 de la I Jornada del Mar Menor (2) organizada por la Consejería de Ordenación del Territorio, Medio Ambiente, Urbanismo y Obras Públicas en el Instituto Español de Oceanografía. En una de las publicaciones de esta Jornada "Contaminación del Mar Menor. Estado actual" del oceanógrafo Francisco Faraco, se anuncia lo que acabaría pasando: "Otra de las grandes sombras que oscurecen el panorama del Mar Menor es el Trasvase Tajo-Segura. Cientos de hectáreas de tierras de secano serán puestas en regadío en todo el Campo de Cartagena. Este proceso traerá al Mar Menor una serie de compuestos procedentes de la agricultura, como son: insecticidas, pesticidas, plaguicidas, abonos. etc., todos ellos altamente tóxicos y muy persistentes y que de llegar al Mar Menor en cantidades importantes podrían aniquilar en poco tiempo su flora y fauna."
Así pues, con estas y otras advertencias de la comunidad científica sobre el colapso que se avecinaría, era necesario poner orden en este caos creado por tantos y tantos intereses. Durante el gobierno de Carlos Collado se publica la Ley 3/1987, de 23 de abril, de Protección y Armonización de Usos del Mar Menor. Una ley muy adelantada a su tiempo y que fue recurrida ante el Tribunal Constitucional por el exministro Federico Trillo y 55 diputados del PP, y finalmente derogada por Carlos Valcárcel en 2001 (3).
Por lo tanto, en 2015 el Mar Menor no tenía una ley específica que lo protegiera de los desmanes que se estaban llevando a cabo en sus aguas y su entorno; habrían de pasar dos décadas para que se aprobara la Ley 3/2020 de recuperación y protección del Mar Menor.
Inicio de Pacto por el Mar Menor
Ante los síntomas más que evidentes del desastre anunciado 35 años antes, el juez Alberto Nicolás Franco y el educador social Ramón Murcia Alburquerque, muy preocupados por el estado del Mar Menor, especialmente por el que presentaba en 2015, convocaron en septiembre a un grupo de personas (profesores de Universidades de Murcia, Cartagena y Alicante) e integrantes de organizaciones ecologistas diversas, que estuvieran dispuestas a coordinarse para defender el ecosistema.
La reunión terminó esa tarde con una lista de tareas, entre las que se encontraban: pedir la adhesión a esta defensa a personas del mundo de la cultura, derecho, educación, ciencia...; convocar una jornada para averiguar las causas del color verde que iban tomando las aguas de la laguna, y pedir un pacto a los partidos políticos por el que se comprometieran a la recuperación del Mar Menor.
Así fue el inicio de Pacto por el Mar Menor, el primer movimiento de la sociedad civil, con la excepción de reivindicaciones de algunos grupos ecologistas, en la Región de Murcia para la protección de su ecosistema más preciado.
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