Opinión del Grupo de Coordinación de la plataforma ciudadana Pacto por el Mar Menor sobre el problema de las inundacions en la cuenca del Campo de Cartagena y posibles soluciones
Dada la necesidad de dar solución a los graves problemas de las inundaciones que se producen en la cuenca hidrológica del Campo de Cartagena que afectan a la integridad y seguridad de su población y de sus bienes, y también a la degradación de su medio ambiente y del Mar Menor, hacemos una reflexión sobre dos temas importantes: las medidas en origen y los tanques de tormenta.
MEDIDAS EN ORIGEN
Son las medidas preferentes, no las únicas, pero sí las más eficaces. Estas son las que se ejecutan en los sitios donde se originan las primeras aguas de escurrimiento superficial cuando se producen las lluvias y que dependen de entre varios factores, del lugar de la cuenca donde se producen y de sus condiciones de topografía, suelos y usos y de las características de las lluvias (cantidad, intensidad, torrencialidad, etc.)
En el Plan Hidrológico de la Demarcación del Segura 2015-2021 se recogen varias de estas medidas, como la corrección hidrológico forestal, pero que por no tener dotación presupuestaria no se han ejecutado en la cuenca del Campo de Cartagena.
Las medidas en origen recomendadas, en resumen, son:
- La corrección hidrológico forestal.
- La corrección agroforestal hidrológica.
- Las medidas de conservación de suelos y agua en las prácticas agronómicas. Medidas que empiezan por tener diseñadas unas buenas prácticas agrarias: laboreo de los suelos que favorezcan el aumento de la infiltración y de la permeabilidad lo que contribuye a disminuir la escorrentía.
- Las medidas de lucha contra la erosión de los suelos que son gran parte de las que recoge la Ley de Medidas Urgentes para la protección del Mar Menor: surcos en curvas de nivel o adecuados a la topografía sin provocar erosión, bancales protegidos, fajas de protección, setos, etc., pero diseñadas y proyectadas con este propósito (evitar la erosión).
- La modernización del drenaje agrícola: recuperación de los drenajes existentes y su mantenimiento hidrológico; dotación de drenaje agrícola en las zonas donde se ha realizado la modernización de los regadíos y en las próximas a las afectadas por sellado del suelo; integración con la red de caminos rurales y carreteras.
- Gestión integral del agua en los invernaderos.
TANQUES DE TORMENTA
Los tanques de tormenta son depósitos que se construyen en zonas urbanas e industriales y en sus inmediaciones con el fin de parar el primer golpe de agua de lluvia que es la más contaminada. Desgraciadamente en las riberas del Mar Menor no cumplen esta función debido a la gran cantidad de agua que suele caer en nuestra región en poco tiempo y a la gran cantidad de materiales que lleva y arrastra. Estas lluvias torrenciales llenan y desbordan estos depósitos en pocos minutos tal como se pudo comprobar el jueves 15 de noviembre en los que millones de litros de agua y tierras contaminadas llegaron a la laguna.
En la implantación actual de estas infraestructuras en el entorno del Mar Menor, los tanques de tormenta recogen, además de las aguas urbanas (calles, tejados, jardines, etc.), las aguas agrícolas, de ahí el color marrón de las avenidas. Sin embargo, esta no es la finalidad para las que están diseñados, el arrastre de los suelos de tierras de cultivo no ha de llegar a estos depósitos sino que ha de frenarse en origen con buenas prácticas agrícolas que eviten la erosión y el arrastre del suelo.
Otro problema añadido es que estas balsas tienen un almacenamiento limitado, por lo que hay que vaciarlas y limpiarlas de inmediato porque de lo contrario, entre otros efectos negativos, se produce la concentración y solubilización de metales pesados, que pueden volver a circular en el medio. Si no hay mantenimiento estas balsas no sirven para el cometido para el que fueron construidas y si hay mantenimiento hay gastos que muchos ayuntamientos no pueden o no quieren asumir.
Es nuestra opinión que los tanques de tormentas son una medida más de las soluciones a los problemas de degradación del Mar Menor, pero ni la única, ni la más eficaz. Tienen que estar bien proyectados, diseñados y localizados para las zonas urbanas y/o industriales a las que deben de dar servicios, aislados de la influencia hidrológica de las superficies agrarias, y tener la garantía de su gestión y mantenimiento (Quién es responsable de la infraestructura y quién de la limpieza y reparación de la misma a lo largo de su ciclo de vida).
La inversión en estas infraestructuras son un gran reclamo para grandes empresas y su entramado político-administraciones como se ha puesto de manifiesto en el proyecto de Vertido Cero en el que la solución al grave problema del Mar Menor, según la Administración Regional pasa por la construcción de grandes infraestructuras de recogida de aguas, sin tener en cuenta las soluciones agrarias y de corrección hidrológico-forestal en origen, que es más que evidente actualmente.
Las fotos de la CHS que siguen a continuación sobre los daños ocasionados por las lluvias recientes demuestran que las infraestructuras, sin medidas de conservación de suelos y de lucha contra la erosión, se colapsan rápidamente.
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Foto CHS. Canal del Post-trasvase Tajo-Segura con aterramiento consecuencia de la erosión de los suelos. |
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Foto CHS. Canal y compuerta del Post-trasvase Tajo-Segura colapsados por el arrastre de suelos y basuras
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Como nota a estas opiniones podemos señalar lo que sigue:
La declaración de la consejera Arroyo el 21 de noviembre en la que ha pedido a los grupos políticos «que consigan el acuerdo necesario» para cambiar la ley y poder «abordar con carácter de urgencia las actuaciones de los tanques de tormenta en el Mar Menor» nos recuerda que no es la primera vez que nuestros gobernantes entienden la ley como un impedimento para lograr sus fines en vez de entenderla como un medio para proteger el medio natural que nos da la vida.